Del e-commerce al we-commerce

En un post anterior ya habíamos hablado del “social shopping”, pues bien dada la importancia del tema vale la pena ahondar en el mismo. Es indudable que el e-commerce está viviendo sus años de gloria, veíamos hace unos días unas infografías sobre el e-commerce muy reveladoras, de las que vales la pena recordar estas cifras:

– Más del 80% de la gente que usa Internet ha comprado algo online

– La principal ventaja que los consumidores online expresan es el ahorro de tiempo

– Las proyecciones de ventas online son  de 1400.000 millones de USD para el año 2015

– El 90% de todas las compras está afectada por la influencia social

Los temores de los consumidores, que quedan reflejados en esta infografía

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se han visto superados por las principales ventajas del comercio electrónico:

– El ahorro de tiempo

– Una mayor oferta

– La facilidad de comparar precios

– Precios más baratos

Pues bien, estamos viviendo una nueva etapa del e-commerce basada en otra ventaja, inherente a Internet, que es la interacción de los usuarios. En efecto, la interactividad que permite la Red está ocasionando que cada vez más el hecho de comprar online pase de ser una experiencia individual a una experiencia colectiva, con las múltiples ventajas que ello supone. Todo ello se traduce en una serie de manifestaciones, que ya sin duda han aparecido pero que se van a incrementar en los próximos años:

– El auge de las webs especializadas en compra colectiva

– Las iniciativas de los propios consumidores para agruparse y conseguir condiciones de compra más beneficiosas

– La venta directa a través de las redes sociales (muy especialmente en Facebook)

– La proliferación de sistemas de recomendaciones nutridos de múltiples fuentes e integrados en las tiendas virtuales.

– La consolidación de los comparadores de precios, que ahondarán más en las opiniones de los usuarios y menos en la simple comparativa de tarifas

Todo ello debe llevar al comerciante virtual a adaptarse a los nuevos tiempos y buscar soluciones acordes:

– Considerando las redes sociales no solo como vía para mejorar el branding si no como generador directo de ventas y leads

– Fidelizando a los usuarios de la tiendas virtuales, favoreciendo la interacción entre ellos y que puedan compartir opiniones e intereses comunes.

– Apostando por los sistemas de recomendaciones integrados en los comercios electrónicos

– Interactuando con las redes sociales para favorecer la viralidad de su oferta comercial y eventuales promociones que realicen

– Considerando los portales de compra colectiva, no como un fenómeno pasajero, si no como una tendencia de futuro que está aquí para quedarse.

Por todas estas razones creo que el proyecto Hisocial que estamos desarrollando en Canal IP tiene muchas posibilidades de ser un éxito ya que se basa precisamente en algunas de las premisas anteriores. Esperemos que sea así

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