Prefiero no entrar a comentar ciertos manifiestos hilarantes que surgen por ahí como sarpullidos de verano.
Resulta más divertido divagar sobre como uno adquiere la catalogación de intelectual. ¿El intelectual nace o se hace?, ¿Que requisitos son necesarios para adquirir este rango?¿Cuando uno llega a ser intelectual, lo es para siempre o puede perder esa condición?. Esta y mil preguntas atormentan mi mente.
Observo con asombro que la vara de medir para intelectuales cada día es más flexible y laxa en sus valoraciones; por poner un ejemplo, si se llega a calificar de intelectual a Albert Boadella , ¿no se podría hacer lo mismo con Chiquito de la Calzada? (con todos mis respetos para este último, al que considero un profesional y una persona honesta).
Perdido en mi desconocimiento, acudo a la web de la rae y veo:
1. adj. Perteneciente o relativo al entendimiento.
2. adj. Espiritual, incorporal.
3. adj. Dedicado preferentemente al cultivo de las ciencias y las letras
Cosa que no hace que aumentar mis dudas y desasosiego. Siguiendo la literalidad de la definición, cualquier mamarracho que escriba cuatro lineas y no haga nada más en su vida se puede considerar un intelectual. Mmm, no me acaba de convencer.
Quizás el problema tenga que ver con el mal uso que se hace de las palabras, palabras asociadas permanentemente a conceptos erróneos, palabras cargadas de demasiadas connotaciones positivas, o negativas, palabras polisemicas, parole, parole, parole… O quizás es que mi mente obtusa no me permita alcanzar esta sublime condición , y no pueda, por ende, comprehender la magnitud del concepto.