Articulo que publiqué en markarina.com (4-7-09)
En el mundo del SEO (posicionamiento web en buscadores), se producen regularmente debates que recuerdan los culebrones televisivos que todos conocemos y soportamos. Posiciones enfrentadas, debates acalorados, los argumentos y contraargumentos se suceden, y lo que hoy parece seguro, mañana deja de serlo.
Dejando de banda esta pequeña comparación humorística, centrémonos en el quid de la cuestión. Los enlaces nofollow (se llaman así a los links de una web que no “transmiten” a sus destinarios ningún tipo de pagerank, uno de los elementos centrales que los algoritmos de los buscadores, principalmente Google, tienen en cuenta a la hora de posicionar una determinada web) siempre han sido una fuente de polémica en el mundo profesional de los SEO.
Una primera polémica surgió cuando ciertas voces expertas (o supuestamente expertas) cuestionaron el funcionamiento de este atributo nofollow, afirmando que los spiders de los buscadores hacían caso omiso del mismo, y seguían todos los enlaces de una web, independientemente de que fueran nofollow o no. El consenso generalizado ha descartado esta teoría.
Otra teoría afirma que es bueno tener enlaces nofollow dentro del elenco de enlaces que dirijan a nuestra web. Supuestamente, los buscadores valoraran positivamente una diversidad en el tipo de enlaces que apunten hacia nosotros (como signo de no artificialidad, propio de las estrategias de link development). El problema de esta teoría y muchas otras parecidas es la imposibilidad de verificarla objetivamente, ya que nadie excepto sus creadores, conocen el funcionamiento exacto de los algoritmos de los buscadores. Por lo que no sabemos si hay algo cierto en ellas o son simples leyendas urbanas.
Pues bien, la última movida en este árido tema, han sido las declaraciones de Matt Cutts (uno de los gurús de Google), afirmando que no debemos perder el tiempo intentando modelar la distribución del page Rank mediante enlaces nofollow (pagerank sculpting), ya que Google ya ha tomado las medidas técnicas apropiadas para evitar este pequeño “fraude virtual”.