Hojeando una revista (en papel :)) he visto un anuncio de una web auspiciada por asociaciones profesionales del sector papel:http://www.graciaspapel.es/.
Me llama la atención el hecho de que la susodicha web este toda en flash ¿han oído sus creadores hablar de la importancia de los buscadores?, y de que permita una casi nula interactividad con sus visitantes, no señores no,internet es mucho más que la plasmación en versión digital de los folletos propagandísticos habituales. En cualquier caso esos serían motivos para otros post, pero es que por deformación profesional no puedo evitar llevarme las manos a la cabeza cuando veo que las empresas se gastan miles de euros en webs mal concebidas.
A lo que íbamos, exponía ya en este post:"Desaparición de la prensa escrita. Adiós Gutemberg" la caducidad del modelo de los periódicos basados en papel; incidiendo más en el tema podemos afirmar que las mismas reflexiones pueden aplicarse a la mayoría de productos que utilizan este soporte. No se trata de una opinión basada en motivos ecológicos, no soy experto en el tema y no me parece el problema más relevante del sector. Se trata de una mera cuestión económica, ¿va a ser competitivo el sector frente a alternativas electrónicas?, el desarrollo tecnologico actual y la inercia de las costumbres de lo usuarios quizás le permitan subsistir cinco años, quizás diez, o si me apuran veinte, da igual el plazo, es una batalla perdida de antemano.
Sin entrar en análisis de estadísticas, que pueden reflejar factores coyunturales (por ejemplo el descomunal crecimiento económico de países como la India y la China en los últimos años), considero más interesante darse cuenta de que ya se producen en la actualidad hechos incontestables que nos muestran esta inexorable tendencia: basta comparar la penetración de Internet versus la difusión de periódicos en los segmentos más jovenes de nuestra sociedad, o mirar la evolución de la facturación en publicidad online en relación a la publicidad en soportes de papel tradicionales, para darse cuenta de la que le viene encima al sector, o dicho de otra forma y perdonen la broma fácil, el triste papel que depara el futuro para el sector papel.