Leía este fin de semana en “El periódico” – versión escrita – un interesante reportaje sobre el Registro de la propiedad intelectual de Barcelona. Se ve que en épocas de crisis como la actual, se produce un incremento notable de las personas que acuden a él a registrar sus ideas. Probablemente es debido a que con el aumento del paro, la gente tiene más tiempo para trabajar en proyectos personales que tenía aparcados hasta la fecha. Se conjuga ello con un mayor afán de las personas de buscar una idea milagrosa que les pueda convertir en millonarios en un pim pam pum. Ya hablé de este tema en dos post anteriores ( ¿quieres ser millonario? y la maldita idea ) así que no volveré a hacerme pesado con ello.
Vale la pena, no obstante, reflejar en este post un par de las anécdotas más graciosas que se detallan en el reportajes. Les aseguro que el periodista afirma que son reales y que no se trata de ningún chiste.
La primera de ellas es la de una señora, colombiana para más señas, que quería registrar una posición sexual que según ella era sumamente original (vamos, lo que sería una variante avanzada del kamasutra). !Que lástima que no pudiera hacerlo!, resultaría impagable ver a los inspectores entrando a hurtadilla en hoteles, casas particulares y meubles para perseguir a los infractores. Me imagino la escena:
-Ejem…, perdonen la interrupción pero la postura que están ejecutando está sometida a derechos de autor. Les ruego desistan de ella inmediatamente o paguen el correspondiente derecho de autor…
La segunda de ellas es la de la señora que se presenta al Registro para registrar una conversación que ha tenido con la Virgen, sí sí han leido bien la señora ha tenido una aparición de la madre de Jesús, y ha corrido rauda a registrarla. Ante la insistencia de la señora, el funcionario que la atiende – curtido en mil batallas – le dice a la señora, pues muy bien facilíteme sus datos, dni…y la señora le contesta ¡no! no quiero que se registre a mi nombre, ¡tiene que estar registrado a favor de la Virgen!, a lo que ya el pobre funcionario desesperado (y vuelvo a repetir que esta escena es verídica) no tuvo más remedio que contestar, ¡pues en ese caso voy a necesitar los datos completos y el dni de la Virgen!.
En fin, sobran los comentarios.