Internet y el cerebro humano

Recuerdo de hace cierto tiempo un programa de TV3 (“Savis” creo que se llamaba) donde se entrevistaba a un eminente neurocirujano, en el transcurso del programa el entrevistado contaba en un ejemplo muy ilustrativo alguno de los mecanismos que regulan nuestro cerebro. Más o menos era así:

– El científico le dijo al presentador voy a extraer unas cuantas canicas de este recipiente, y usted me tiene que contestar cuantas ve, de forma rápida. Saco un par de ellas, a lo que el presentador dijo lógicamente:

– Veo dos

– Muy bien – el neurocirujano extrae 3 más- ¿y ahora?

– Pues cinco en total

– De acuerdo – el neurocirujano extrae una gran cantidad de canicas- ¿y ahora?

– Uf, es difícil de decir, pues yo diría más de 50 y menos de 60

– Exactamente, ese es el punto al que quería llegar y nos explica de que forma está programado nuestro cerebro, cuando usted ha visto pocas canicas (dos y cinco) me ha contestado un número exacto, pero cuando he sacado un gran número me ha dado una respuesta aproximada. Nuestro cerebro podría ser capaz ante esas situaciones de calcular exactamente el número, pero ello supondría un gran gasto de energía para él, por este motivo encuentra más óptimo funcionar de una forma más eficiente (ahorrando dicho gasto de energía) y ofrecer una respuesta aproximada, que en la mayoría de casos ya nos sirve.

Viene esta anécdota a colación porque la revista Science ha publicado un estudio de la investigadora de Columbia Betty Sparrow, donde se explica un fenómeno muy parecido al anterior. En dicho estudio la investigadora ha demostrado que Internet ya ha empezado a afectar en cierto grado al funcionamiento de nuestro cerebro. En concreto Sparrow afirma que los ordenadores e internet están cambiando la naturaleza de la memoria humana. La idea central del estudio es la siguiente, internet representa una fuente interminable de información que puede ser consultada de forma muy fácil, por este motivo nuestro cerebro la percibe como una especie de “memoria extendida”. Siguiendo un principio similar al anteriormente descrito y en busca de la máxima eficiencia, el cerebro ha “decidido” que cierto tipo de datos que las personas anteriormente asimilaban un su memoria (e.g la lista de reyes visigodos), ya no tiene sentido seguir haciéndolo – ya que pueden ser facilmente consultados en internet-, de esta forma se libera espacio en el cerebro para otro tipo de información o de procesos cognitivos que nos pueden ser de mayor utilidad.

Interesante estudio sin duda alguna

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